EJEMPLOS
- Desde una perspectiva terrenal, Alfredo ve a su madre como una persona malvada debido a las experiencias pasadas y las heridas emocionales que ha sufrido a manos de ella. Se siente resentido y herido por su comportamiento, juzgándola con dureza sin considerar sus circunstancias. Sin embargo, al situarse en la perspectiva del cielo, Alfredo comprende que su madre también ha enfrentado desafíos y sufrimientos, influenciándola negativamente. Al ver desde lo divino, se libera del juicio y el resentimiento, encontrando compasión por su madre como una víctima de sus propias circunstancias. Reconoce las enseñanzas que su madre le ha brindado, incluso a través del dolor, y se fortalece gracias a su capacidad para perdonar y crecer a partir de las experiencias difíciles. Al abrir su corazón al perdón, encuentra paz interior y sanación, trascendiendo el sufrimiento del pasado y cultivando comprensión y amor por los demás.
- Desde una perspectiva terrenal, un padre puede sentirse frustrado y enojado cuando su hijo no sigue sus planes, interpretando su conducta como desafiante o irrespetuosa. Puede reaccionar con regaños o castigos, alimentando así un ciclo de conflicto y separación. Sin embargo, desde una perspectiva elevada, el padre reconoce el amor incondicional que siente por su hijo y comprende que su comportamiento es simplemente una manifestación de sus propias luchas internas y necesidades no satisfechas. En lugar de reaccionar desde el enojo o la queja, el padre elige responder con compasión y empatía, buscando comprender las razones detrás del comportamiento de su hijo y ayudarlo a crecer y sanar desde un lugar de amor y aceptación incondicional. En este enfoque, se rompe el ciclo de conflicto y se fomenta una conexión más profunda y significativa entre padre e hijo.
- Carolina suele experimentar una profunda ansiedad, viendo el mundo como un laberinto oscuro lleno de preocupaciones y obstáculos. Sin embargo, al cambiar su perspectiva y adoptar una visión más elevada, encuentra oportunidades de crecimiento en cada desafío. Reconoce que forma parte de un universo interconectado y aprende a soltar la necesidad de control, hallando paz en medio de la incertidumbre. Al seguir el propósito de su alma, Carolina se siente inspirada y motivada, viviendo plenamente en el presente.
- Clara estaba en la cola del supermercado cuando se dio cuenta de que había olvidado su billetera en casa. Sintió una oleada de frustración y enojo en una primera instancia, pero luego, en lugar de dejarse llevar por la ira y la irritación, respiró profundamente y trató de controlarse y ver la lección oculta en la situación, en lugar de centrarse en el problema o quejarse. Agradeció la amabilidad de la cajera y se comprometió a ser más consciente en el futuro. Al ver desde los ojos de Dios, Clara trascendió su enojo inicial y encontró paz interior en medio de la adversidad.
Al cambiar nuestra perspectiva y elevar nuestra conciencia, no solo nos situamos en la perspectiva de Dios, sino que también transformamos nuestras actitudes y acciones en el mundo terrenal. Este proceso implica traer los principios y valores divinos a nuestra vida diaria, manifestando el amor, la compasión y la sabiduría en nuestras interacciones y decisiones cotidianas. Es lo que se conoce como "bajar el cielo a la tierra", donde buscamos crear un mundo más armonioso y amoroso, donde la divinidad se refleje en cada aspecto de nuestras vidas y relaciones. Que este proceso nos inspire a seguir elevando nuestras vibraciones y a llevar la divinidad a cada rincón de nuestro mundo, creando así un hogar celeste en la tierra.

No hay comentarios:
Publicar un comentario